Odio perder una idea, luz fugaz sin forma que nace de un pálpito de la intensión (la wea). Al principio fue un testamento y no es mala idea, pero luego se cruzó la imagen de mi primo. Por lo menos ahí ya tengo dos temas más. Por último, el carrete de ayer y fue. La perdí.
Estoy indagando, indignado, nado por mi mente buscando la puta idea y al final me quedo con lo que no pensaba: el carrete de ayer.
Puta que la pasé bien ayer. Esa fue la frase de hoy. Estoy feliz.
Creo que la felicidad es un fin que se tiene que alcanzar en la vida. Hay que vivir feliz. Apuntar siempre a ella.
Pero esta no es permanente ¿por qué? Yo vivo ligado, atado, dependo de los vínculos con la gente. Me entrego por completo.
Estar arriba o abajo de la rueda ha dominado mis estados de ánimo por perder y recuperar los lazos. La danitina una vez me dijo que su abuela le había dicho (jajaja) que la vida es un carrusel que sube y baja. Le creo.
Las emociones no son permanentes, duran poco, se van, se apagan rápido. Hay que ocupar la cabeza más que la emoción, sin un sentido dogmático, sino porque la gente no se emociona mucho a diario.
Soy un existencialista a cagar, mido y calculo todo. Cómo no hacerlo con mi felicidad. La rueda. En fin estoy bien, feliz de nuevo.
Mis amigos son y van a ser siempre amigos. No los mismo de la primera vez, otros distintos a los que partieron contigo años atrás.
Mi calma, paz, vuelve cuando las cosas están claras y no guardo nada con nadie. Es sabio, mi viejo lo es.
Eso hice ayer. Puta que la pasé bien ayer. Pasé a buscar al ego, después nos fuimos a casa del eje y luego a carretear a la casa de la pía, amiga de la javi y todos los cabros.
Entramos a la casa y estaba el manco y su ex, la feña, el chino, el rufián, el jaiba, los cabros de Mplot y de su universidad.
Con el eje, le ego, el manco y yo éramos 4 de los 5 de Mastaclan. Fue un buen reencuentro. Su freestyle un rato, somos buenos improvisadores. Risas, jugo idiota, sin sentido, el mejor.
Entre todo, llega la feña, coqueta, jote a cagar, con un escote cuático con cara de caliente, y no en mala pero se le nota en le cara que le gusta arto el pico. Ella bailaba sola. Después me agarró el culo dos veces.
Aquí el tema es la mina, una maraca (en vola), mala mujer, etcétera.
Yo era el mejor amigo de manco hasta que me comí a la feña la primera vez que terminaron. Un clásico.
Un día me llama y me dice que tiene que contarme una wea. Yo le digo que se venga no más que yo lo escucho. Llega a mi casa y me cuenta que el jaiba se comió a la feña. El manco lo quería matar.
Puta. Se me quebró el rostro. Terminé de escucharlo, bajé la vista con vergüenza, me tape la cara con una mano y respiré, tomé aire y le dije "puta manco yo también me comí a la feña". Escuché, atrás, el vidrio quebrarse.
Después de eso me quedé "solo". El chino y el manco se hicieron re amigos y yo con el chino fuimos re amigos pero nos apestábamos y cosas por el estilo. Ambos nos basureamos. Otro cuento.
No sé cuánto tiempo pasó, un año o más, algo así. Cada vez que nos vimos fue incómodo, desagradable, me sentía un extra entre mis amigos que he visto toda mi vida.
Pero ayer fue distinto, fue como antes. Fue como cuando éramos chicos, no sé 7 u 8 años atrás.
Días antes, el manco fue a mi casa y aproveché de darle nuevamente, arrepentido y sanado, mi disculpa que al parecer él ya tenía más que sellada. Fue bueno.
En el carrete, se me dio un momento para darle mi disculpa al chino, ya que habíamos hablado uno muy mal del otro, y que aceptó.
Siento que es necesario, indispensable hacerlo: decir lo que creo y siento en el momento apropiado, con un buen modo, con respeto y sin esperar nada de la otra persona. Fue un acto de liberación espiritual o algo así.
Hoy desperté contento, tranquilo, liviano, feliz.