domingo, 25 de julio de 2010

Yo me hice el loko no má


Odio perder una idea, luz fugaz sin forma que nace de un pálpito de la intensión (la wea). Al principio fue un testamento y no es mala idea, pero luego se cruzó la imagen de mi primo. Por lo menos ahí ya tengo dos temas más. Por último, el carrete de ayer y fue. La perdí.

Estoy indagando, indignado, nado por mi mente buscando la puta idea y al final me quedo con lo que no pensaba: el carrete de ayer.

Puta que la pasé bien ayer. Esa fue la frase de hoy. Estoy feliz.

Creo que la felicidad es un fin que se tiene que alcanzar en la vida. Hay que vivir feliz. Apuntar siempre a ella.

Pero esta no es permanente ¿por qué? Yo vivo ligado, atado, dependo de los vínculos con la gente. Me entrego por completo.

Estar arriba o abajo de la rueda ha dominado mis estados de ánimo por perder y recuperar los lazos. La danitina una vez me dijo que su abuela le había dicho (jajaja) que la vida es un carrusel que sube y baja. Le creo.

Las emociones no son permanentes, duran poco, se van, se apagan rápido. Hay que ocupar la cabeza más que la emoción, sin un sentido dogmático, sino porque la gente no se emociona mucho a diario.

Soy un existencialista a cagar, mido y calculo todo. Cómo no hacerlo con mi felicidad. La rueda. En fin estoy bien, feliz de nuevo.

Mis amigos son y van a ser siempre amigos. No los mismo de la primera vez, otros distintos a los que partieron contigo años atrás.

Mi calma, paz, vuelve cuando las cosas están claras y no guardo nada con nadie. Es sabio, mi viejo lo es.

Eso hice ayer. Puta que la pasé bien ayer. Pasé a buscar al ego, después nos fuimos a casa del eje y luego a carretear a la casa de la pía, amiga de la javi y todos los cabros.

Entramos a la casa y estaba el manco y su ex, la feña, el chino, el rufián, el jaiba, los cabros de Mplot y de su universidad.

Con el eje, le ego, el manco y yo éramos 4 de los 5 de Mastaclan. Fue un buen reencuentro. Su freestyle un rato, somos buenos improvisadores. Risas, jugo idiota, sin sentido, el mejor.

Entre todo, llega la feña, coqueta, jote a cagar, con un escote cuático con cara de caliente, y no en mala pero se le nota en le cara que le gusta arto el pico. Ella bailaba sola. Después me agarró el culo dos veces.

Aquí el tema es la mina, una maraca (en vola), mala mujer, etcétera.

Yo era el mejor amigo de manco hasta que me comí a la feña la primera vez que terminaron. Un clásico.

Un día me llama y me dice que tiene que contarme una wea. Yo le digo que se venga no más que yo lo escucho. Llega a mi casa y me cuenta que el jaiba se comió a la feña. El manco lo quería matar.

Puta. Se me quebró el rostro. Terminé de escucharlo, bajé la vista con vergüenza, me tape la cara con una mano y respiré, tomé aire y le dije "puta manco yo también me comí a la feña". Escuché, atrás, el vidrio quebrarse.

Después de eso me quedé "solo". El chino y el manco se hicieron re amigos y yo con el chino fuimos re amigos pero nos apestábamos y cosas por el estilo. Ambos nos basureamos. Otro cuento.

No sé cuánto tiempo pasó, un año o más, algo así. Cada vez que nos vimos fue incómodo, desagradable, me sentía un extra entre mis amigos que he visto toda mi vida.

Pero ayer fue distinto, fue como antes. Fue como cuando éramos chicos, no sé 7 u 8 años atrás.

Días antes, el manco fue a mi casa y aproveché de darle nuevamente, arrepentido y sanado, mi disculpa que al parecer él ya tenía más que sellada. Fue bueno.

En el carrete, se me dio un momento para darle mi disculpa al chino, ya que habíamos hablado uno muy mal del otro, y que aceptó.

Siento que es necesario, indispensable hacerlo: decir lo que creo y siento en el momento apropiado, con un buen modo, con respeto y sin esperar  nada de la otra persona. Fue un acto de liberación espiritual o algo así.

Hoy desperté contento, tranquilo, liviano, feliz.

miércoles, 21 de julio de 2010

Campanitas


Ayer me atormentaste toda la noche con el pasado. Me gusta saber que tuvimos algo. También me gusta saber que lo perdimos. 

Con esto, el Blogger, trato de expresarme pero más que eso, trato de liberarme de las tormentas mentales que me producen mis errores. O sea, no pongo en duda que erré al comportarme como lo hice pero no había odio ni malas intenciones, sólo mucha y gran inmadurez. Supe lo que sentías por mí pero mis inseguridades me segaron.

"Es que no, tú eres de otro mundo y yo estoy en otra" esas fueron mis tontas palabras. 

No conocía tu casa hasta ayer. 7 años, en los 4 últimos te vi dos o tres veces, y recién ayer conocí tu casa.
Recuerdo cuando estábamos en el  cine y te dije que no podía ir a dejarte a tu casa, y creo que hasta te quería cobrar 3 lucas para la bencina. No. Mal. Tormenta mental que recuerdo y me avergüenza por no haber visto lo que hoy veo, lo que representas. Y me lo recordaste una vez más. Está bien. Jugué muy mal y eso no me lo vas a perdonar. 

Media promo que llevo, porque tú no tomas. Bien. Eso me gusta. También me gusta que ya no tengas ese aro incrustado en tu cien. Qué bueno que se haya caído. No me gustaba.

Recuerdo cuando me llamaste. Tenías 15 y me pediste que hiciéramos el amor para que tú pierdas tu virginidad. Me hubiese encantado ser tu primer hombre y a pesar de todo, tú hubieses sido mi primera mujer. Aunque sea falso. 

Me lo pediste por fono. UF. No, mal. Yo con esa idea estúpida en mi cabeza que nos separaba "socialmente". Qué estupidez. Niño, era.

"No mujer, yo no soy el indicado" fue mi respuesta. De eso no me arrepiento, quizás por eso hoy te vuelvo ver.

Antes de irme al gran viaje que hice, nos juntamos y te dije todo lo que sentía. Hasta hoy, sigo sintiendo lo mismo. Si antes no te amé, hoy lo hago. Mi amor es extraño porque amo sin tener (te), pero lo hago porque mi pecho me dice que hoy es el momento de hacerlo. Es extraño. Me cuesta entenderlo, pero es. 

Tú ya no me amas. De hecho, pasaste por mucho para dejar de sentir.  

La única esperanza de volver a sentirte, verte, abrazarte, dormir, regalonear, besarte, escucharte, aconsejarte, quererte, amarte y todo o que me puedo imaginar contigo, me la da Jorge Drexler: "uno conserva lo que no amarra". No me queda más que decirte. Te lo he dicho todo y aquí estoy y aquí estaré, siguiendo, caminando mi camino. 

Te vuelvo a dedicar la canción que en algún minuto representó todo lo que eras. Eras. Hoy es más entrete  porque siento que poco te conozco, a pesar de todo. Me gusta. Me anima. Quiero volver a conocerte para que sea lo que tenga que ser.

Lo Que Me Das

Solo te quiero pedir
Que siempre me mires así
Como lo haces ahora
Me has hecho despertar 
La vida nos ha hecho ya
Y en todo momento cambiará
Luego me miras así
Mi fe se levanta
Soy otra yo Y sé
Que todo puede cambiar
Pero siempre viviré
Con lo que
Tu me das 
Solo te quiero decir
Que siempre me mires así
Como lo haces ahora
Me has hecho despertar 
Si un día estoy lejos de aquí
Recuerda lo que fui
Yo seguiré
Cerca de ti 
lo sabes
El viento
Te hará olvidar Y sé
Que todo puede cambiar
Pero siempre viviré
Con lo que
Tu me das

lunes, 12 de julio de 2010

FUGA

Siempre me derrumbo. Soy optimista pero el mejor de los flojos. Es bueno que me lo digan. No sé controlar mi vida muy bien. O sea, hay cosas que sí pero hay en otras que no. Soy un flojo.

Estoy ... no sé huevón, en esa nuve culiá en la que uno entra cuando las cosas no andan como uno quiere. Es raro. Si no es la u, fue la mina, si no fue la mina, fue la familia y sino los amigos. Esto sólo me dice que todo anda mal, pero no es así. El que anda mal es uno y por eso todo no funciona.

Es penca echarse un ramo 3 veces. Lo último que necesito es que no me consienta mi flojera y mi poca capacidad de trabajo.

Miento respuestas estúpidas porque me da vergüenza. No estoy tranquilo, y de vacaciones.

De eso se trata mi fuga, un escape mediocre. En mi casa, haciendo nada. Leo un poco y me pierdo en la tv, es fácil. Como como un cerdo echado en el sofá, sin bañarse y hediondo, con un tufo a mierda por el pucho y la almohada macada en la cara hasta acostarse y repasar.
Sensación de mierda. Sé que se me va a pasar porque esto ya me ha pasado antes. Pero ahora me siento una larva encerrada en mi pieza a punto de explotar. Voy a reventar. Crezco y crezco que mis piernas salen por la ventana y un brazo por la puerta.

Me da lata conversarlo. Soy un pendejo de mierda. Sigo siendo un pendejo de mierda.

Hablo de lo que quiero tener y me proyecto. Tengo sueños y quiero hacerlo todo pero ¿soy tan penca como para no hacerlo desde ahora, ya, desde ayer o hace un año? Sí, Francisco. Lo eres.

Mi esquizofrenia se sale flote y mis seres empiezan hablar. No sé ni cuántos son, no hay uno que prevalezca. Es por situaciones: con minas eres uno, con amigos otro, en la casa otro y no sé quién chucha soy conmigo. Me falta carácter, no lo tengo. Me falta.

¿Auto reflexión? ¡Por supuesto idiota! O tú crees que es normal tirar el dinero armándote de una red de mentirillas. ¡Pendejo! A mí cárgame no más, que mi mochila no se raja. Puedo estar así hasta que termines y más. Ellos nos pidieron terminarla, yo la termino pero a mi manera.

Cuál era la respuesta. Bien, carácter. Dónde lo compro. Qué pendejo si no tengo dinero ni trabajo. No lo tienes. Generalmente las respuestas se vuelven claras porque siempre las vimos. Hay que despertar. ¡Despierta! Cuando lo tengas, ya te vas a recordar. Va ser tan fácil como llegar y tomarlo.

Silencio hay. Yo callado porque desconfío, tengo miedo. Esto ya te ha pasado tantas veces que piensas y por qué está pasando de nuevo. Por qué a mí. Si sólo soy una víctima de las decisiones de otros con una postura bien añeja: soy la mezcla de una mala educación básica y una media mediocre, que no cacha cómo son las cosas después de 6 años. No quiero seguir así. Quiero que esto se acabe pero ¡YA!

UF ya no quiero escuchar nada más. Espero cambiar. No quiero ayuda hasta que la pida. Así eres de pendejo, agrandándose con la pura boca, vendiendo sueños y cosas que ni tú puedes tener. Relájate wn. Qué tanta wea si ya la hay hecho antes. Te justifica. Piensa.

Púdranse, me cansé de escuchar siempre las formas del resto… ¡No! ¡Por favor! ¡Te vas a tirar otro discursito siútico de esos que solo tú sabes! Calmao, déjame llamar al resto.

miércoles, 7 de julio de 2010

RAP 2

Yo no soy lo que quiero
Sería carpintero
Escritor actor
Todo lo que tire el pecho
Me arrastra la mente
Sospecho y te enveneno
-Y si no quememos
Que ando desgastado
Por la angustia
Ante caja idiota
Perdiendo la vida es
Cuando el estilo brota
-Un viaje de ida
El equipaje sobra estorba
El tempo cobra
Tratos palabras
Caras dineros
Entre otras cosas
A babor navego
Por un mar de tornas
En mis mares
Sobre mis naves
Con arcángeles y mis demonios
Vuelo De cundo en vez
Subo si soy un ave
Bajo en el agua soy pez
Y Ya no suelto el Bit
Tú qué te crees
Ni tus fuegos artificiales
Hacen lo que
Estas bestias pueden
Ver a la muerte y volver
Beber para no querer ver
Vivir solo para estar
Cuando el sol nacer
Y averiguar
Que la suerte nunca es fiel
El camino de fiar
Ese que sigue mi riel
Cabos tengo por atar
Mucha mujer por conocer
Hay que dejarse llevar
Cuando razón deje ceder

viernes, 2 de julio de 2010

ARMONÍA


No quiero escribir, pero siento que es necesario. 

Quien en algún momento me acechó y zamarreó, hoy me invita a que lo escuche. Está indignado, dolido, ofendido. Me dio una vuelta más. Se tomó un par de semanas para lo que me dijo en media hora. Yo escuchaba.

"Tú dices que ya no eres un borracho. De hecho, no te has tomado ninguna copa  en más de diez años pero sigues siendo un borracho" me dijo.

"Tú tienes una imagen de mí y así es, ahí está, con eso te quedas. Invariable. Y aunque tú me dices que yo soy así. Tú te quedas con eso y así seré siempre, aunque pasen diez años ¿Por qué? ¿Qué injusto cierto? Te das cuenta que es injusto para mí como para ti" me dijo. 

De mi postura "madura", intrínseca con el mundo y los valores, yo, una torre, me di cuenta que sigo en pañales. Como no hacerlo ante una persona que tiene 3 veces lo que yo tengo de edad. 

Nos dimos cuenta de que no nos conocemos. Aunque él me conoce más de lo que yo me conozco. Él me sudo ver como yo no me veía. 

Quizás no exista el interés de conocernos, pero esa no es su función, su pega. Él está para que yo triunfe y no me falle, ni le falle a los míos. Eso es todo lo que le interesa.

Soy un egoísta y en verdad lo soy. No lo había visto. Ahora lo reconozco y no lo había hecho. Lo soy. 

Tan pendejo soy que siempre me he equivocado, en mis relaciones, con mis hermanos, con él mismo y conmigo, de nuevo. ¿Por qué las cosas no me funcionan? ¿Por qué lo que quiero lo pierdo y sigo volviendo a cero?

Él me dio las respuestas. 

Somos muchas cosas como ser humano, para él hay tres fundamentales: la razón (pensar tiene el control que no se debe perder), la emoción (que no tiene control y es pasajera) y la acción (que resume ambas en un hecho: actuar).

Si actúo sin emoción, son un hipócrita. Si la emoción guía mi actuar, las cosas no van a funcionar (simple impulso). La respuesta: ARMONÍA. Armonía que NO tengo. Armonía que tienen que tener estas tres funciones. Yo hago las tres al mismo y no defino nada. Cuando haya un equilibrio en las tres, estaré.

Es un triángulo. Esa figura mística que ha estado todas las civilizaciones. El triángulo de la sabiduría que en su completa distribución puedo alcanzar lo que quiero, la sabiduría, tranquilidad, mi actuar sincero a diario. 

La razón no puede ser manejada por mis emociones, siempre tiene que prevalecer. Pensar ante toda circunstancia, me sobre pase emocionalmente o no, debo retenerme y pensar. Debo canalizar mis emociones, que por cierto siempre han sido más que yo. Cuando lo logre, actúo. Ahí se cierra el circuito. 

"No tienes carácter" me dijo esa noche. No entendía. Yo pensaba que no  me conocía. Pues no tengo carácter porque no puedo controlar mi emoción con mi razón. La emoción me embarga y yo salgo disparado,  corriendo a lo que me tire ella. Dejo todo botado y es cierto, así lo he hecho y así lo hice esa noche en que me pesco, me asechó. No pienso, me pierdo, me ciego

"¿Por qué no has podido llevar una relación y durar?" me peguntó. Yo pensé por qué chucha, qué te interesa a ti. Déjame eso a mí. No te metas. Simplemente. 

"Por que sentía que ella no quería lo que yo y que estaba en otra, y que yo no quería eso y que yo no quería eso" respondí. 

"Es que yo sentía que...deja de sólo sentir y piensa en lo que quieres con esa niña, si hubieses dejado de sentir y hubieses ocupado tu razón, habrías conseguido lo que buscabas. Hubieses actuado mejor de lo que lo hiciste, más cauto, paciente, pensando en lo que ella también quería de ti, o simplemente te hubieses dado cuenta de lo que quería ella, sin ti, por ejemplo" me dijo. Le encontré razón a eso. Atolondrado, embobado, ciego buscaba algo que quería, impaciente, sin pensar. Es cierto. 

"¿Por qué estás solo, dónde están tus amigos de toda la vida, por qué ya no están?” me preguntó. Yo parado frente a él, primera vez que no podía mirarlo a los ojos, especialmente cuando él me decía que no lo hiciera con todo el mundo porque es como estar buscando algo detrás de lo que la gente dice. Bueno, no podía y quitaba la vista. Las lágrimas caían solas. Sentí culpa. 

"Sientes rencor con ellos, y el rencor con el tiempo es odio, concentrado en una pelota en el pecho, sientes rencor, eres rencoroso y no te lo puedes quitar  y sabes por qué, porque sigues solo, todos siguen sus vidas menos tú porque tienes rencor" me dijo. Y es cierto. No los quiero ver porque me siento dañado, pasado a llevar, no tomado en cuenta, dejado de lado, olvidado. Qué rabia, qué pena, es cierto, soy un rencoroso. 

Me tengo que sacar el rencor, la mierda que tengo dentro. ¿Cómo? él me volvió a dar la respuesta. Es simple: decir las cosas, no guardarlas. Y en verdad yo tengo mucho guardado. Pero para hacerlo tengo que: ser claro, honesto y buscar una forma adecuada de decir las cosas. Tengo que tener en cuenta mis intereses, en este caso, no tener rencor, y tomar en cuenta sus derechos: respetarlos sin esperar nada a cambio.

jueves, 1 de julio de 2010

Catupecu

Si a tu corazón yo llego igual,
todo siempre se podrá elegir,
no me escribas la pared
solo quiero estar entre tu piel.

Y si acaso no brillara el sol
y quedara yo atrapado aquí
no vería la razón
de seguir viviendo sin tu amor.

Y hoy que enloquecido vuelvo buscando tu querer
no queda mas que viento
no queda mas que viento.

Y si acaso no brillara el sol,
y quedara yo atrapado aquí,
no vería la razón,
de seguir viviendo sin tu amor.

Y hoy que enloquecido vuelvo buscando tu querer
no queda mas que viento
no queda mas que viento.

Y si acaso no brillara el sol
y quedara yo atrapado aquí
no vería la razón
de seguir viviendo sin tu amor
 
 
No es por nada,
pero tampoco es pa´ tanto.