miércoles, 29 de junio de 2011


Querido blog: llueve.
Hoy me levanté a las 9 de la mañana, después de haber dormido desde la 1 de la tarde del día anterior.
¡Tenía examen de historia! Pasé. Soy un flojo.
Caminé de mi casa a la micro. Esperé 10 minutos. Pasó la micro. Llegué a la U.
Supe que una de las pocas y grandes amigas que tengo se tituló. Sin duda, y siempre se lo he dicho, ella es un éxito.
Me dijo el guatón y sus palabras fueron "felicítala". Tenía un  candado de barba y el gorrito de lana. Buena onda hasta que le de la wea y no lo para nadie (siempre es wena onda). 
Esperé a la cata en teatro y feliz compartimos algo, pero me debe la mitad. Confío.
Antes que llegara, te vi pasar, siempre acompañada. Son una buena pareja.
Antes de irme, vi a mi compadre Camilo, lo saludé y me fui pa la casa.
Estoy en esos días pocos días en donde todo se define.

miércoles, 22 de junio de 2011

Cuando mi cuerpo muera, mi espíritu, mi alma, esa energía que al parecer carga con un conocimiento universal, saldrá del cuerpo y se incorporará al Universo en todas sus formas y dimensiones.

Quizás, por eso somos todos hermanos. Quizás, por eso cuando mueres conoces la verdad. Porque la vida es muerte y ya, para no preguntar más.

Por eso, mientras viva me voy a encomendar. Dios, sol, el creador. Le escribo al Universo cada vez que me siento bien y se devuelve como todo.

Vivir a la manera, luchando contra la máquina, desde adentro, siendo parte de ella. Sin prejuicios y hasta que obtenga lo que quiero. Entregar sin esperar. Ser cauto: pensar en el día y también en el futuro. 

Por ahora, sólo queda hacer lo que hay que hacer ahora. Y lo voy hacer con el mejor rostro.

Soy un león enjaulado. Mi presa es el mundo. El tiempo es mi cárcel.

lunes, 20 de junio de 2011

domingo, 19 de junio de 2011

Freestyle

Caminaba por las calles de Montañita y entre artesanos, malabaristas, músicos, había un broder con un didjeridu que medía más de un metro de largo, con una salida anchísima y envuelta con telas verdes, amarillas y rojas. Vestía pantalones tai de tela india, blanca, al igual que su polera y el  turbante que envolvía su cabeza, contrastando con el color moreno de su cara y ojos negros
Me acerqué y le pregunté si podía tocar, pero no pude sacarle el sonido. Él, con una expresión algo despectiva en la cara, movió su cabeza de lado a lado, a modo de entregarme su negativa opinión de mi desempeño al tocar su instrumento.
Me lo pidió de vuelta y apoyó el didjeridu en el suelo, lo abrazó y me dijo "broder, el didjeridu te tiene que encontrar, no tú a él, por eso no sabes tocar". Tomé sus palabras y seguí la ruta de esa noche.
Entramos a tocar en todos los bares y restaurantes con gente. Un cajón peruano, dos guitarras, un guiro y la voz de pancho, tomás, jimy y la mía. Hasta que recibí mi señal y me dejé llevar junto al ritmo. Mi fuerte: el freestyle callejero que tantas veces, tantos años llevo practicando, fluyendo en su máximo esplendor. Y lo hago bien.
Sin saltarme ni un tiempo, cayendo en todos con una palabra, con buenas energías y tomando una idea de cada objeto del entorno, rapeaba. Las caras de pancho y fede me alentaban a seguir en esa sintonía. Lo estábamos pasando muy bien. Hasta terminar el show con una rimada despedida, con la  gorra en la mano, lista para pasarla.
Hicimos unos 11 dólares sólo en ese local. Salimos, le pasé el dinero al tesorero, gabo, y fuimos en búsqueda de otro lugar. Ya desinhibido con el entorno, sólo pensaba en entrar y cantar lo que saliera. Pero entre los paseos entre esas callesitas, apareció el broder del didjeridu y me dijo "broder, eres una máquina del rap, cómo fluyes, imparable broder, qué buena madera, yo también hago el rap y solía..." Mientras me felicitaba sin soltar mi mano del saludo, yo le dije "Broder, el rap te tiene que encontrar, no tú a él".

viernes, 17 de junio de 2011

Sui Generis

"Amigo vuelve a casa pronto" tema del disco Vida. 

Dedicada a mis amigos y a los que descuiden la amistad.

"Vieja es la historia que te cuento
Amigo desde siempre fui igual
El poderoso tiempo que nos toca
Nos va arrastrando el tiempo que nos da

Siempre digo viejo es desechado

Amigo lo que no sirve no va
Y quedan unas pocas cosas nuestras
Para salir a flote nada más

Tus palabras ya son muy lejanas

Y tu voz de paridad se va
Amigo mío, vuelve a casa pronto
Cuentame todo, cambiame todo
Necesito hoy tu resurrección

Bueno es que hoy estemos juntos

Hablando de las cosas por llegar
Sabemos que pronto va a llover fuerte
Mejor estemos juntos esta vez


Tus palabras ya son muy lejanas

Y tu voz de paridad se va
Amigo mío, vuelve a casa pronto
Cuentame todo, cambiame todo
Necesito hoy tu resurrección
Tu liberación
Tu revolución"

Link:  http://www.youtube.com/watch?v=uOD2Okrmqe8


martes, 14 de junio de 2011

me rasco la cabeza con la cabeza en blanco
me rasco la cabeza con la cabeza en blanco

jueves, 9 de junio de 2011

Paseando al perro llego a una casa. Los fierros se dejan ver de la cintura hacia abajo. Arriba se cubre con un latón y la reja se pinta de negro. Abajo siempre se ven dos perros, mezcla policial y golden, pintados con manchones café y negro en un pelo largo. Son unos histéricos. Antes de ladrarle a lo del otro lado, se pelean entre sí quién ladrar, entre mordiscos y patadas en el hocico, empujones, mostrándose los dientes. De hecho, pasamos la reja y seguían discutiendo. En esa casa deben vivir unos gemelos, altos, flacos, morenos de grandes narices, vestidos iguales. Y cuando alguien les pregunta algo, se empiezan a pegar manotazos en la cara, sin responder la pregunta.

miércoles, 8 de junio de 2011

domingo, 5 de junio de 2011

Historias de micros amarillas

Taggiando

Veníamos del colegio y la única micro que pasaba por la casa era la 217. Al negro lo conocí en los condominios, una tarde noche nublada (como la de hoy). Me preguntó "vo vay en el Casablanca" y supe que vivíamos en la misma parte e íbamos al mismo colegio,  y no lo conocía.
"Y cuál es tu chapa" me preguntó.
"¿Mi qué?" le dije, imaginándome la chapa de una puerta.
"Tu chapa, tu tag, tu firma, vo rayai? me preguntó.
Sí, había rayado antes pero nunca como cuando nos cargábamos y salíamos a bombardear las calles con latas, plumos, stickrs, flops con skines y fatcat. De noche. De día, nos conformábamos con subir a la micro y rayarla con un chancho recargado con tinta de zapato. Si la micro iba sola, como sucedió  varias veces, nos cambiábamos de asiento para rayar las otras ventanas. Nos delataba el olor, pero a pesar de las miradas, siempre salíamos invictos. Hasta bajarse de la micro por atrás y rayarla por afuera. Todo por el auspicio diario. 
Ese día esperábamos la micro que subía por Bilbao desde Alameda. Nos dejaba a una cuadra de la casa. Nos subimos, caminamos hasta el final y nos atrincheramos con las mochilas en los asientos.Uno raya mientras el otro sapeaba al chofer. Chaucha. Chaucha. 
No sé qué plumón ocupamos, ni el color, ni el ancho. Sólo sé que la micro paró, el chofer dejó su asiento y caminó con un palo en la mano hasta nosotros.
"Ya pendejos culiaos, no voy a mover la máquina hasta que limpien esta wea o les juro que los llevo a los pacos" nos dijo. 
Quedamos blancos. El chofer nos da la espalda y camina a su asiento. Las puertas traseras estaban abiertas, la micro no se movía, no estaba prendida.
"Negro, saltemos, vámonos wn" le dije.
Se prende el motor. "No, wn, no" me dijo.
"Ahora o nunca negro" le dije y me paré.
La micro estaba empezando andar, cuando le grité al negro "ahora wn" y salté justo cuando se estaba cerrando las puertas. Me doy vuelta, y estaba solo. 
¡El negro se quedó en la micro!
Obvio, me pasé mil rollos. Este wn se fue en cana, qué le voy a decir a la vieja, este wn se va enojar  caleta conmigo, etc...
Tomé la próxima 217. Me subí, me bajé, caminé a la casa y ahí estaba el negro. Sentado en la vereda de los estacionamientos, con  una mano en la cabeza. Como tapándose el rostro. Había llegado antes que yo. "Negro qué pasó al final" le dije. "Puta, una viejita se apiado de mí y me prestó ese esmalte pa uñas y pude limpiar la wea. Después me bajé de la micro  no más" me dijo.

20 Pesos

Venía del colegio, pantalón y camisa, sin corbata. Subiendo por Bilbao, pasando Manquehue, con el Club de Golf  a la derecha, la micro se para. Su pana. Entonces, habitualmente, se pasan todos a una micro del mismo recorrido, o todos se paraban y bajaban por la parte de adelante de la micro, devolviendo el boleto y recibiendo el dinero de vuelta. 
Yo era el último, sin apuro de esperar hasta el último, hasta que me tocó. Le pasé mi boleto color verde, escolar, al chofer de la micro, un tipo viejo, flaco, con poco pelo, lentes gruesos, de pantalón azul y una camisa celeste que le quedaba grande, donde se le perdían los pellejos del cuello. Y me devuelve 100 pesos.
El pasaje escolar costaba 120 pesos en ese entonces, por lo que le dije "oiga, pero aquí faltan 20 pesos". No me respondió, mientras blasfemaba entre dientes. 
"Señor, me faltan 20 pesos para tomar la siguiente micro" le dije, en represalia a su indiferencia.
“!Ándate de acá weón!" me dijo, mientras lo miraba del segundo escalón de la micro.
"Deme mis 20 pesos" le dije y le estiré la mano. Querí tus 20 pesos pendejo reculiao, aquí los tenis pos weón" y agarró los 20 pesos y me los tiró en la cara. Me tuve que contener.

Heladero

10 de la noche en la Cañada con Loreley, esperando cualquier micro que me dejara en Tobalaba con Providencia. O sea,  casi todas, pero pasó las 217. Perfecto, acostumbrado. La hago parar con el dedo y pregunto un clásico "tío, me lleva por 100". Obvio que no me pasó el boleto de escolar y que se los llevó la gamba a su bolsillo. De hecho, ni me miro, casi ni paró la micro mientras le preguntaba. Yo me subí de un salto y caminé hacia atrás.
Yo me debía bajar en la esquina de Tobalaba con Vespucio. Algo así hice. Toqué el timbre, pero el chofer se pasó la roja. Abrió las puertas de atrás, bajé un escalón esperando que parara. Pero no lo hizo del todo y salté pensando en la grandiosa habilidad que tienen los heladeros para bajar de las micros en movimiento.
Pero no. Iba en el aire, cuando me tomé del semáforo y mi mano me estanco, me detuvo en pleno vuelo, al punto de levantarme y quedar paralelo al piso, para luego caer de mentón al cemento. Sentí el golpe en la pera, pero lo que quitó mi atención fue no respirar. Esa sensación involuntaria que dura el tiempo necesario como para pensar que nunca se acabará. 
Me retorcía en el piso, intentando tomar un respiro, cuando se acercó un tipo, se encuclilló, abrió su chaqueta azul y sacó una credencial, diciendo "no te preocupes, todo está bien, yo trabajo por la seguridad  de este punto, ya viene carabineros, nosotros aquí..." A mi me importaba un huevo, yo no podía respirar y un weón me daba un  cátedra de su pega. 
Llegó el aire, y también una segunda persona. Una mujer con una chaqueta rosa, con una credencial parecida. "Qué le pesó" le preguntó a su colega. "Se cayó de la micro" le respondió.
Cuando empiezo a moverme para pararme, estas personas me detienen, me dice "no, no, quédate en el piso y no te toques la barbilla". Cómo, por qué. Y lo primero que hice fue llevarme las manos a la barbilla, que quedaron manchadas con sangre. Yo pensé que era un poquito y no más, algo así como limpiar el lugar, poner un parche casero y así yo podía llegar a mi carrete.
Así que, dentro de toda la gente, desde el suelo, pedí un celular y me lo prestaron. Llamé a Pepe y le dije "Oye wn, espérenme que yo me voy a demorar un ratito en llegar".
"Flaco, viene Carabineros, para constatar lesiones y luego te llevamos a la posta a que te cosan" me dijo el de chaqueta azul. Pregunté cuántos puntos serían, y el tipo dijo "no sé, 8 o 10". ¡Qué chucha! Mi noche se fue al carajo. 
Dos pacos en moto pararon a la micro, porque tengo entendido que el tipo paró cuando me vio en le piso, pero después aceleró y se pasó una roja. "Señor policía, yo vivo acá al lado, me podría ir a mi casa y ya" le dije al paco y el respondió con "no es el procedimiento". Le insistí que fuéramos a mi  casa y luego nos fuéramos a la posta con ellos, y accedió.
En los condominios, en el edificio D, en el cuarto piso, frente a la puerta 406, yo con la pera sangrando, con un babero rojo en mi polerón, medio pálido por la pérdida, acompaño a un carabinero que tocó el timbre de mi ex casa, mientras mis padres tenían una cena con unos invitados. Mi viejo abrió la puerta, me vio y dijo "qué no te vea tu madre". 

Ladrón enseña a ladrón

La micro paró en el Parque Arauco. Sin pagar, en una fila subió una familia entera: padres, hermanos, tíos, hijos. El chofer trató de decir algo, pero se llevó un paipaso y una frase: "vo sigue manejando no más". Entre sus ropas empezaron a desembolsar todos los productos robados en la sesión de ese día. Vi desodorantes, camisas, pantalones, chocolates. Celebraban su botín. Entre toda la gente, había una niña de 6 años y uno de 8. Ambos sonrientes, con los ojos deslumbrados, estaban felices. Habían ganado, lo hicieron bien. La niñita más chica, miró a su madre y le dijo con todo el amor del mundo "mira mamá, mira lo que saqué yo". Y debajo de su vestido con flores, sucio, igual de manchado que su cara y sus manos, con ese pelo negro, liso, desordenado, sacó una caja de lápices de colores. La madre, casi inexpresiva, sin mirarla, le puso una mano en la cabeza y le dijo "muy bien mi niña". La niña miró a su, no sé, primo más chico y los dos sacaron unas carcajadas de emoción. 

Persecución 

Salía de la u para tomar el metro Los Héroes. Antes de bajar, escuché unos bocinados,  un escándalo a lo lejos. Miré para atrás y vi una micro amarilla, adelantando autos yendo de un extremo a otro de las 4 pista.
Cuando pasó por enfrente mío, se escuchaba una sirena a lo lejos. Lo perseguían los tiras. La micro frenó para pasar de la segunda pista, a la que está a su derecha y meterse por una calle chica. 
No sé cuántas toneladas pesa una micro, pero toda esa estructura se detuvo casi en seco, al punto en que la rueda de atrás se levantó del piso. Pasó un auto y se tiró a la derecha y se metió a la calle. Un sapo iba de copiloto, con la mitad del cuerpo afuera de la puerta, sosteniéndose con una mano y con la otra apretando unos billetes y dirigiendo el tránsito. 

Plan de robo

Iba camino a la u, bajando por alameda. Un viejito, de traje azul, de unos 80 años, toca el timbre y se prepara a bajar. La micro va en movimiento, pero el timbre ya sonó. Al mismo tiempo, se paran 3 tipos. El número uno, que se para en la mitad del pasillo tapando la visual del piloto. El número dos, es el que crea el primer contacto con la víctima. De hecho, éste se acercó y le dijo “caballero, yo lo ayudo a bajar” y tomó su posición: bajó un escalón de las puertas de atrás y se puso enfrente del señor. Le tomó los brazos y el anciano respondió con un “muchas gracias caballero”.
Y un tercero, el cerdo que acciona el crimen, el hurto mismo, que se puso detrás de la presa ilusamente senil. Este tipo le puso una mano en el hombro y con la otra le escardaba los bolsillos, lento, con todos los tiempos medidos.
Yo, miraba todo de frente y me di cuenta cuando el tipo le metió la mano en el bolsillo derecho. Al fondo de la micro, me removí de mi asiento, el último, el que está en medio y da al pasillo. El tipo que estaba robando, afeitado, de terno, con olor a una colonia barata, me miró muy serio, giró la vista en 180 grados y miró al tipo número uno. Así, me miraron los dos de vuelta. El matón número uno, era sólo para eso, para intimidar a quien se de cuenta y pueda intervenir en su plan.

Catupecu Machu



Disco "Laberintos Entre Aristas Y Dialectos"



"Agua que baña con aguas frescas
las costas que te acompañan.
Soy agua que fue y hoy está seca
para llover mañana.
Raíz profunda, no sabés del miedo
estás siempre acompañada.

Hoy te vi en los sueños
Hoy te vi en los sueños

Perdí la noción del tiempo
al caer de boca en tu boca.
Viaje a favor y en contra del viento
feliz o con el alma rota

Hoy te vi en los sueños
Hoy te vi en los sueños

Dormí, desperté cayendo,
desperté entre sábanas rotas
Viaje a favor y en contra del viento
feliz o con el alma rota
o con el alma rota

Hoy te vi en los sueños
Hoy te vi en los sueños

En los sueños"
 
Link: http://www.youtube.com/watch?v=Mdc8peSh_9I&feature=related

Bersuit Vergaravat



"A Destiempo" es ocupar un espacio y un momento inimaginado para hacer las cosas. Hoy no, y puedo volver cuando quiera, no ando a destiempo. Pero cuánto sé de eso.

"  Llegando cuando todos se retiran,
espiando cuando la accion termino,
juntando flores que ya estan marchitas,
blasfemando cuando una te salio.
Desnudandose a cuarenta bajo cero,
llorando cuando el aire se rio,
boludeando cuando hay que estar bien serio,
festejando un cumpleaños que hace tiempo ya paso.
Haciendo cuentas junto en pleno beso,
rechazando cuando hay que hacer un gol,
bailando un twist, cuando hy que estar atento,
¡No se puede vivir asi mi corazon!
Voy yendo a contraluz,
desperdiciando mi alma a destiempo.
Siempre cargue esta cruz
desesperando en la alegria
oscureciendo fantasias,
torciendo mi destino;
Siempre a contraluz.
Durmiendo cuando la tregua termina
despertando cuando el mundo se durmio.
programando cuando al azar se libra;
ofreciendo lo que nadie quiere y nunca pidio.
Haciendo hacia la nada lo correcto,
apagando un inciendo con alcohol,
corriendo cuando hay que saltar bien lejos.
¡No se puede asi vivir mi corazon!
(Coro)
¿A vos que te parece, che?
A des...a des...adestiempo.Ades
¡No se puede asi vivir mi corazon!
¡no se puede asi asi, mi corazon!  "
 
 
link http://www.youtube.com/watch?v=GeBs5rR2MnI

Se levantó de noche y se cayó al piso. Se quebró un hueso de la cadera. Ahora no sabe dónde está. Está en el hospital, pero ve por la venta y piensa que está en el campo. También pensó que estaba en su pieza. Tiene la mano izquierda atada a la cama. El primer día se desconectó de todos los tubos. Hoy sabe que la van a operar. Reconoce que estuvo "volada" por las drogas que le dieron. A los 85 años, sigue alegre. Ama a su familia, a pesar de todo. Cuando te ve, te regala besos, acaricia la cara y en sus ojos es indiscutible su felicidad. Cumple su pega de abuela. Muy bien. Recordaré eso toda mi vida.

jueves, 2 de junio de 2011

Cultura Profética

El disco "Dulzura" es un camino. En esta parte, el tema se llama "de tope a fondo". Lo bueno, es que ahí no se acaba el disco.

http://www.youtube.com/watch?v=pp_iQ05OzxE


Sinpeiper

"Voy a estar contigo hasta que te pierda" le dije en voz alta. 

Cuántos meses acompañándome. Te perdí. Volviste en otras manos. Agradecí. Regalé un abrazo. Cuánto hay sólo entre nosotros. Eres mis días, mis palabras, mis ideas. Y cuando no hay nada, todo está bien. Suspiro los cuentos. Al final, es votar aire para otro respiro.  Recuerdo las caras y todo está bien y ojalá todo sea sólo para compartir y vernos y... ves, cuando pienso en ti, me pierdo. Tenerte, para mí, es soñar. Todo y sólo para sentir. Sentir contigo. Como lo hicimos tantas veces.

"Voy a estar contigo hasta que te pierda" le dije a mi libreta.