jueves, 9 de septiembre de 2010

tacho

En confianza con los amigos, no quienes carreteo, sino los amigos por historia, paso a un nivel de oratismo más fácil, espontáneo, cómico, ligero. Así que dentro de la libertad, voy escribiendo toda la noche en un papel.

Al principio se desconcertaban un poco. El hecho de estar hablando con alguien y verme como una esfinge, escuchando atento la historia de una mina que me habla toda embalada, y yo derepente, tome un lápiz y baje la vista para perderme en el papel unos segundos. Eso sólo se puede con los amigos que te preguntan "Qué onda weón". El resto te tilda.

Al otro día me despierto y veo un papel blanco, todo arrugado en cuadrados, junto a un montón de aspecto similar. Son las luces de futuras ideas. Estados únicos he irrepetibles. En medio de la conversa, la piscola, el pucho o un caño, mi mente viaja por cosas: ideas, sueños, mementos, reacciones, personajes, fotos, olores, todo lo que dé el recuerdo.

La dani A. dijo una teoría interesante. Cuando una persona duerme, siempre sueña. Primero. Es sano soñar a diario y recordar. Los medios dicen  que es una forma de liberar tensión a la inconciencia. Para el cuerpo sería como volver de un spa.

Segundo. Lo que dijo la dani fue "y creo que cuando soñamos que volamos, o salimos del mar, o corremos, las sensaciones que tenemos en el sueño son reales. El cerebro no para de funcionar. Para sentir lo que yo siento cuando estoy soñando, el cerebro debe secretar alguna hormona. Son como respuestas que tiene el inconciente, que nos hace ver y sentir cosas para darnos cuenta de algo".

Algo así estaba anotado en el papel escrito con mina. También salía algo como "volada: el mundo se acaba. Cuchillo, encendedor gigante (que vende la dani), agua, una mujer". Preparando el futuro. 

Hay un montón de palabras sueltas como choques, asustar, mosquito, católico, alcohol como sedante del siglo 12. Una idea: escribir "la primera vez" de todo y los "si yo fuera...". Otra: llenar un tacho de papeles.



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